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Miércoles 22 de junio de 2022

Entre las pistas de carrera y la detección de microorganismos en medio de la Pandemia

Francis Álvarez, Tecnóloga médico de Laboratorio Clínico del Hospital de Quilpué y piloto de automovilismo, hace convivir a sus dos pasiones, la ciencia y la velocidad.

Precisión, velocidad y compañerismo son algunos de los elementos que se ponen a prueba en la vida de la tecnóloga médica Francis Álvarez Beltrán. La profesional de Laboratorio Clínico del Hospital de Quilpué, hace convivir a sus dos pasiones, la ciencia y la velocidad, tras convertirse a partir de este año en una de las dos mujeres que compite de manera permanente en el campeonato de automovilismo deportivo en el autódromo de la Villa Olímpica de Quilpué.

Tras recibirse como tecnóloga médica en la Universidad de Valparaíso, ingresó al área de biología molecular de la Unidad de Laboratorio del Hospital de Quilpué, en medio de la Pandemia, realizando un arduo trabajo en el procesamiento de exámenes PCR para la población usuaria. “Principalmente desarrollamos el proceso de PCR para Covid, pero también analizamos a través de diferentes técnicas la presencia de diferentes virus, bacterias y organismos infecciosos que pueden afectar hoy especialmente en esta fecha. Tenemos equipos bien modernos que ayudan a ejecutar estos procesos para apoyar a la Unidad de Laboratorio en general y nos organizamos de tal manera que todos podamos ejercer nuestra labor de la mejor forma”, expresa la joven profesional quilpueina.

De manera paralela a su profesión, participa en el campeonato AC DELCO, en la categoría Nissan V16, en el autódromo Gustavo “Felo” Rivera de la Villa Olímpica de Quilpué, junto a otros 30 pilotos y con un vehículo que a punto de autofinanciamiento además de mucho sacrificio y compromiso de su equipo de trabajo, logró acondicionar para competir a partir de marzo del presente año, cuando debutó bajo la bandera a cuadros.

COMPROMISO Y SACRIFICIO

 De su padre Marcelo Álvarez heredó su pasión por el deporte tuerca. “Me crie viendo a mi papá correr en los Fiat 600 en Placilla y en Quilpué. Él tiene un mejor amigo desde muy joven, Ulises Bieri, también piloto y entre ambos se apoyaban. Hoy en día, Ulises me realiza la preparación mecánica del auto de carreras, así que desde niña heredé la pasión por el automovilismo ya que siempre participaba y demostré gran interés por el tema. Somos sin duda familia tuerca”.

Este 2022 fue el año de debut en la pista de carrera para Francis Álvarez. “El auto lo compramos el año pasado y tuvimos medio año para prepararlo desde el punto de vista mecánico y estético. Hemos participado de todas las fechas que ya se han realizado” relató la piloto que no ha encontrado obstáculos en el autódromo por ser mujer y que se mentaliza, más que en una carrera, en prepararse acuciosamente para rendir durante todo el campeonato.

La joven profesional reconoce que el automovilismo en Chile es un deporte costoso. “Antes no lo realizaba precisamente porque no tenía los medios, y apenas me titulé y pude trabajar, comencé a costear los gastos asociados a la competencia pero es muy difícil. En el automovilismo se trabaja mucho con auspiciadores, con apoyo financiero de empresas y eso ayuda bastante” comentó la quilpueina quien también busca el apoyo de privados para continuar su carrera de piloto.

PRECISIÓN Y COMPEÑERISMO

En el Colegio se sentía atraída por el área científica y siempre supo que para poder correr debía ser capaz de financiar la actividad con sus propios medios y por ello la opción de estudiar una carrera científica le permitía realizar sus dos pasiones. “Estoy muy contenta con el rol que cumplo dentro en mi espacio profesional. Cuando entré a estudiar me enamoré de la carrera enseguida fue algo muy lindo y con una meta concisa, desarrollarme desde el punto de vista profesional y tener los medios para poder desarrollarme en el automovilismo”.

Del Laboratorio Clínico del Hospital de Quilpué, resalta la disposición del grupo a apoyarse. “Es un grupo bien humano son muy empáticos, ya que si algún colega o profesional presenta algún problema con alguno de sus turnos hay mucha disposición y ganas de realizar algún cambio, obviamente siempre con anticipación y bien organizado. El compañerismo es algo que se inculca dentro del Laboratorio y yo feliz también de poder ayudar a mis compañeros en la medida que yo pueda”.

Ambas disciplinas, el automovilismo y el trabajo en el Hospital en este difícil escenario epidemiológico, representan para esta joven profesional grandes desafíos. “Las dos actividades necesitan mucha precisión ya que el automovilismo es una cosa de reacción de segundos, por ende se necesitan movimientos, decisiones muy precisas, muy exactas porque cualquier error te puede llevar a un accidente fatal y por otro lado si ponemos el ejemplo de la técnica de PCR es muy similar la precisión que se necesita. Por supuesto trabajamos en pos de la salud de los pacientes y el resultado de nuestro trabajo es crucial pues se trata de entregar un resultado certero que esté respaldado por un proceso bien realizado. Eso lo veo dentro de Laboratorio, hay un compromiso muy grande por parte de los profesionales y técnicos al realizar su trabajo y es muy similar al compromiso de los pilotos en el autódromo”.